El movimiento en el mundo natural y la noción de "substancia".

 ¿Qué es el movimiento? ¿Cómo afecta a la naturaleza?

En el análisis empírico sobre el conocimiento de la realidad, la primera característica que observamos es el movimiento del mundo natural. Vemos como pasan los días a causa de la traslación de la tierra alrededor del sol, las olas del mar agitarse por el viento, incluso el mismo acto de caminar.

A lo largo de la historia del pensamiento filosófico en las diferentes escuelas se ha ido dando cambios en la concepción del concepto de substancia.

Al hablar de substancia, nos referimos al sujeto, esto es, aquello que está "debajo de", que es el soporte, que tiene un ser independiente del cual se predican ciertos atributos.

Llamamos substancia primera al sujeto individual, concreto. De acuerdo a la relación con el ser, la naturaleza o los accidentes, se utilizan las siguientes formas (primero en latín, luego griego):

-Subsistentia"- "Ousía" - en relación a el ser.

"Suppositum" - "Hypokeimenon" - en relación a la naturaleza. 

- "Substantia" - "HypÓstasis" - en relación a los accidentes.

También se denomina substancia segunda a los géneros y especies, según los estudios por la lógica.

La substancia, entendida como substantia, (en relación con los accidentes), es el objeto primero de estudio filosófico, ya que el ente es, en sentido primario, substancia, aquello que existe en sí mismo: un árbol, una piedra, una gota de agua.

Por ello decimos que la substancia representa un modo de ser de las cosas, un modo de ser que es substancial, que posee unas características propias y esenciales, que tiene una unidad intrínseca.

La substancialidad es una categoría que se utiliza para designar al mundo físico, esto es, el núcleo real del dinamismo que poseen los seres, su modo característico al expresarse y moverse,

Las substancias naturales poseen una unidad interior que puede permanecer a través de los cambios, ya que ellos no llegan a modificar su núcleo interior, por ejemplo, un árbol que crece permanece siendo un árbol, aunque su altura, contextura y figuras cambien. De esta manera encontramos en las cosas cierta estabilidad, que es lo que designamos como substancia.

También observamos que son contingentes, esto es, que pueden dejar de existir, no tienen una consistencia absoluta, dependen de ciertas circunstancias, su ser no es necesario. Por ejemplo, cuando el árbol arde por el fuego, pierde su substancialidad y se transforma en cenizas.

.

.

.

Fuente: Apuntes de estudios sobre filosofía de la naturaleza.